
2015 va camino de convertirse en el año más caluroso de la historia a nivel mundial desde que comenzaron a realizarse registros meteorológicos a finales del siglo XIX.
No hace falta que digamos que este verano está siendo especialmente intenso, no en vano, varias fuentes aseguran que podríamos estar ante el más caluroso de los últimos 40 años.

Con este panorama no viene mal recordar algunas precauciones que debemos tomar todos para evitar los efectos del calor excesivo:
1. Bebe líquidos abundantes, sobre todo, agua fresca
Para que nuestro organismo funcione correctamente necesita mantenerse a una temperatura menor de 37 ºC. Cuando hace mucho calor nuestro cuerpo intenta expulsarlo mediante el sudor, de forma muy similar a un sistema de refrigeración, haciendo que perdamos agua y minerales.
Por eso es fundamental beber agua fresca de forma constante aunque no sintamos sed. Si realizas grandes esfuerzos o ejercicio físico, las bebidas para deportistas repondrán los electrolitos eliminados con el sudor. El alcohol no sacia la sed y contribuye a la deshidratación y tampoco se debe abusar de las bebidas azucaradas, el café o el té.
2. Protégete del sol
Evita la exposición solar en horas de máxima radiación (12:00 h – 16:00 h). Si haces ejercicio físico procura que sea a primera o última hora del día y sé prudente con los esfuerzos.
Utiliza gorras o sombreros para cubrir tu cabeza, ropa amplia, de tejidos transpirables y finos, calzado cómodo, fresco y transpirable, y nunca olvides el protector solar.
Es muy importante que cuides tus ojos mediante gafas de sol homologadas. Ahora está muy de moda comprar de forma masiva, a precios bajísimos, gafas de sol que no proporcionan protección adecuada ni bloquean la radiación ultravioleta. Usarlas es tremendamente perjudicial y puede acarrear problemas muy serios para tu vista. Asegúrate de adquirir tus gafas en ópticas o tiendas especializadas y comprobar que llevan el distintivo de la CE y la categoría de filtro solar correspondiente. ¡Y cuidado con las imitaciones!
3. Aumenta la ingesta de frutas y verduras
Así repondrás más fácilmente las pérdidas de sales minerales por el calor. Intenta disminuir, además, las comidas con grasas, demasiado abundantes, calientes e hipercalóricas.
4. Acondiciona tu casa
Baja las persianas durante las horas de sol, cierra las ventanas si el aire es caliente y ábrelas por la noche y cuando haya aire fresco para que se generen corrientes que ventilen la casa. Los ventiladores y los aparatos de aire acondicionado son tus mejores aliados.
Mucho ojo con los vehículos, pueden alcanzar temperaturas elevadísimas en cortos intervalos de tiempo. No dejes dentro a niños, personas mayores, ni animales. Las consecuencias pueden ser fatales.
5. Atención a los grupos de riesgo
Cualquiera puede sufrir los efectos nocivos del calor excesivo pero hay ciertos grupos, especialmente sensibles, con los que hay que cumplir las medidas de prevención a rajatabla y que hay que vigilar estrechamente:
-mayores de 65 años
-niños menores de 4 años
-personas encamadas, incapacitadas o con alguna enfermedad grave
-enfermos crónicos polimedicados
-personas con trastornos o enfermedades mentales
-obesos
Haz uso del sentido común y no bajes la guardia. ¡Feliz verano!

Dra. Raquel Vélez Vázquez (colegiado nº 29/2909119) Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria Especialista en Acupuntura Médica Máster en Acupuntura Tradicional China y Moxibustión por la Univ. Pablo de Olavide (Sevilla) Especialista en Acupuntura y Moxibustión por el Tercer Hospital de la Universidad de Ciencias Médicas de Beijing (China)